Hará poco más de un mes, mis compañeras Elisabeth Osuna, Marta Osorio, Myriam Mira y yo subimos a Youtube
nuestro trabajo práctico para la asignatura "Postproducción y Ambientación
sonora": el falso documental DOA FALSCHER; y tras casi 1500 reproducciones
en la red y haber subido yo ayer las tomas falsas, ya tocaba dedicarle una
entradilla por aquí.
La idea la tuve mientras bromeaba y desvariaba con Myriam sobre la absurda alarma que han instalado en las puertas de emergencia de nuestra facultad. Para aquel que no lo sepa, la facultad de Ciencia de la Comunicación tiene una comunicación pésima (duh). El principal problema es que sólo existen tres puertas de acceso “normales”: la principal, la de la cafetería y la del aparcamiento, y su posición hace que si quieres ir desde el pasillo principal (donde están todas las aulas) a las salas de ordenadores (que están en la parte posterior de la facultad) tengas que salir de la facultad y dar el rodeo del siglo. O si quieres ir al Zulo (a.k.a. sótano putrefacto del Aulario Severo Ochoa) tengas que hacer más de lo mismo. Sin embargo, gracias a las puertas de emergencia el ir y venir es más fácil, ya que ambas están situadas a cada extremo del pasillo principal. Hasta que de buenas a primeras, sin avisar, instalan alarmas en cada puerta. GOOD WORK UMA, GOOD WORK.
La idea la tuve mientras bromeaba y desvariaba con Myriam sobre la absurda alarma que han instalado en las puertas de emergencia de nuestra facultad. Para aquel que no lo sepa, la facultad de Ciencia de la Comunicación tiene una comunicación pésima (duh). El principal problema es que sólo existen tres puertas de acceso “normales”: la principal, la de la cafetería y la del aparcamiento, y su posición hace que si quieres ir desde el pasillo principal (donde están todas las aulas) a las salas de ordenadores (que están en la parte posterior de la facultad) tengas que salir de la facultad y dar el rodeo del siglo. O si quieres ir al Zulo (a.k.a. sótano putrefacto del Aulario Severo Ochoa) tengas que hacer más de lo mismo. Sin embargo, gracias a las puertas de emergencia el ir y venir es más fácil, ya que ambas están situadas a cada extremo del pasillo principal. Hasta que de buenas a primeras, sin avisar, instalan alarmas en cada puerta. GOOD WORK UMA, GOOD WORK.
¿Por qué les ponen alarmas? ¿Quién las ha pedido? ¿Qué finalidad
tienen? ¿Intimidar a los alumnos para que dejen de usar las puertas de
emergencia? ¿QUÉ CLASE DE DELITO ES ABRIR UNA P*TA PUERTA? Sinceramente no lo
entiendo. Evidentemente la gente continuó usando las puertas y empezaron a
llegar quejas de profesores molestos por el puñetero pitido de las alarmas que
interrumpe sus clases. ¿Solución que plantean desde arriba? Cerrar las puertas
con cintas de plástico… hay que joderse…
La cosa, mariposa. De primera hora planteamos hacer un corto de
ficción, inspirados en el corto Maquetas de Carlos Vermut, en el que un tal
Quique el Llaves era retratado como un terrorista hijo de puta por sus
compañeros de clase al haberles jodido la vida con un supuesto atentado
terrorista, cuando en realidad lo que había hecho Quique era abrir la puerta y
activar la alarma sin querer… y después recibía una carga policial como si
hubiese robado un banco. La idea evolucionó, como siempre, y al final decidimos
convertirlo en un falso documental para hacerlo más creíble y por razones de tiempo. Yo sería el nuevo Quique y los testigos y víctimas, compañeros de clase y algún profesor.
Tras varias semanas grabando y un gran trabajo de Myriam editando,
subimos a la red el vídeo que ha recibido una muy buena acogida y del que
podéis disfrutar abajo si aún no lo habéis visto (junto a las tomas falsas).